viernes, 29 de marzo de 2013

Corea del Norte declara que 'entra en estado de guerra' con Corea del Sur


*Kim Jong-un ordena preparar sus misiles para atacar a Estados Unidos

*Corea del Norte dice poder atacar "en cualquier momento"

Las amenazas de Corea del Norte suben de nivel. El régimen norcoreano declaró a través de su agencia oficial que "entra en estado guerra" con Corea del Sur. 

"Desde este momento las relaciones norte-sur entrarán en un estado de guerra y todos los asuntos -entre los dos bandos que separan el paralelo 38- se resolverán de esa manera".

Con estas palabras -anunciadas por la agencia oficial KCNA- aumenta el clima prebélico en la zona, que ayer ya tuvo un definitivo episodio al anunciar Pyongyang que sus misiles están preparados para apuntar y disparar en cualquier momento a Corea del Sur y a las bases americanas en el Pacífico.

Agencias internacionales, citadas por el diario español, El País, aseguraron este viernes que Corea del Norte colocó sus unidades de misiles en posición de espera para atacar las bases de Estados Unidos en Corea del Sur y el Pacífico, después de que el jueves Washington volara bombarderos furtivos B-2 sobre Corea del Sur en el marco de las maniobras militares conjuntas anuales que está realizando con este país.

El líder norcoreano, Kim Jong-un, “celebró una reunión de urgencia” en la madrugada del viernes con altos generales y ha dicho que “en vista de la situación, ha llegado el momento de saldar cuentas con los imperialistas de Estados Unidos”, informó la agencia oficial KCNA. 

Kim firmó un plan de preparación de los misiles y ordenó a sus fuerzas que se coloquen en posición de espera para atacar “en cualquier momento” Estados Unidos continental y sus instalaciones militares en Corea del Sur y las islas de Hawai y Guam. El vuelo de los bombarderos indica que la hostilidad de Estados Unidos contra Corea del Norte “ha entrado en una fase imprudente, que va más allá de la amenaza y el chantaje”, refirió.

La agencia surcoreana Yonhap dio cuenta de la existencia de movimientos adicionales de tropas y vehículos en las instalaciones de misiles de medio y largo alcance norcoreanas, según fuentes militares del Sur.

miércoles, 13 de marzo de 2013

El reloj profético y los rostros del nuevo papa argentino

Foto tomada de Twitter
Mario Peña Guillén /Criptograma Noticias.

Al elegirse un papa argentino, podría dejar tranquilos a algunos por el momento. Y es que para la comunidad cristiana en el mundo, la llegada de un papa negro (de raza negra) a la llamada "Silla de Pedro", en El Vaticano, es indicio de la llegada del fin de los tiempos, que se le conoce en la religión como el periodo santo de "La gracia". 

Los creyentes consideran, además, que la llegada de un Papa judio sería el arribo del anticristo y el inicio de una faceta para la humanidad de muchas complicaciones. La siguiente dispensación, denominada "La gran tribulación".   

Aquí es donde uno se pregunta, ¿el reloj profético del cristianismo y del libro más comprado del mundo, La Biblia, se encuentra en Jerusalén, con la construcción del Templo de Salomón o en Roma en la elección de un nuevo Papa? 

Pero más allá de eso, nos podemos centrar en la imagen del recién electo papa de la Iglesia católica. Se trata del cardenal arzobispo de Buenos Aires, Argentina, Jorge Mario Bergoglio, jesuita de 76 años; es el primer latinoamericano y el primer miembro de la compañía de Jesús que dirige la Iglesia católica. 

Fue electo a las 19:08, tiempo de Roma, en la bota itálica, donde tras al menos cuatro votaciones y dos fumatas negras, los 115 cardenales electores decidieron que fuese Bergoglio. Con la fumata blanca dieron aviso a la multitud que espectante se congregó en la Plaza de San Pedro, en El Vaticano, en el centro de las decisiones de la poderosa iglesia Católica. El nuevo Papa deberá convivir en la "santa sede" con el papa emérito, Benedicto XVI.

Bergoglio, jesuita ortodoxo en cuestiones dogmáticas, pero flexible en materia de ética sexual, cita el periódico español El País. Desde el balcón, ha dado las gracias y ha pedido una oración por su antecesor, el pontífice emérito, dice el rotativo.

Sin embargo, vamos a la otra cara de la moneda, la que maneja la Agencia Británica Reuters. En ella habla del hombre que llegó a ser sacerdote a los 32 años. El mismo que perdió un pulmón a los 22 por una enfermedad respiratoria y por lo que dejó sus estudios en química. 

Líder nato, en cuatro años llegó a encabezar la congregación jesuita local, un cargo que ejerció de 1973 a 1979. Pero este ascenso se produjo durante uno de los períodos más oscuros de la Argentina, lo que le deparó fuertes críticas: la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1982.


Según los datos recopilados, el cuestionamiento remite al secuestro de dos jesuitas detenidos clandestinamente por el gobierno de facto por hacer tareas sociales en barriadas de extrema pobreza. La acusación añade que Bergoglio les retiró la protección de su orden religiosa. Ambos párrocos sobrevivieron a un encierro de cinco meses.

Lo anterior se desprende del libro El silencio del periodista Horacio Verbitsky, también presidente de la entidad privada defensora de los derechos humanos CELS. Se apoya en manifestaciones de Orlando Yorio, uno de los jesuitas secuestrados, antes de fallecer por causas naturales en 2000.

“La historia lo condena: lo muestra como alguien opuesto a todas las experiencias innovadoras de la Iglesia y sobre todo, en la época de la dictadura, lo muestra muy cercano al poder militar”, refirió hace algunos años el sociólogo Fortunato Mallimacci, ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.

Sin embargo, los detractores de esa postura sostienen que no está probada y que, por el contrario, Bergoglio ayudó a muchos a escapar de las fuerzas armadas durante los años de plomo.

Lejos de la mancha ignominiosa de la dictadura que aún sobrevuela sobre muchos de los que tuvieron actividad pública en esa etapa de Argentina, en los pasillos de El Vaticano se dice que esperan que este hombre silencioso conduzca la estructura de la iglesia con mano férrea y con una marcada preocupación social.

Con retórica filosa, aguda, Bergoglio se ha caracterizado también por apuntar las críticas sobre los políticos argentinos, al señalar que no combaten la pobreza y querer enquistarse en el poder.

Apenas en 2010, se enfrentó al Gobierno de la presidenta Cristina Fernández cuando impulsó una ley para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo. “No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios”, escribió Bergoglio en una carta días antes de que el proyecto fuera aprobado por el Congreso.

Cardenal desde 1998, muchos de los pares que eligieron a Bergoglio lo conocieron por su inesperada y reconocida actuación de relator durante el Sínodo de purpurados del 2001.

Hijo de un hogar de clase media con cinco hijos, de padre ferroviario y madre ama de casa, poco afecto a aceptar invitaciones privadas y poseedor de un “pensamiento táctico”, según los especialistas, ahora deberá presentar sus credenciales ante más de mil millones de católicos. 

Veremos entonces si Bergoglio tiene la mano dura para revertir al tradicionalismo histórico, miles de exigencias de derechos e igualdad que no son bien vistos por la iglesia de Roma porque "eso Dios no lo acepta". 

Criptograma Noticias.

viernes, 8 de marzo de 2013

Deciden que Chávez pueda ser observado "eternamente"

Foto: AP /Presidencia

Hugo Chávez será convertido en el nuevo símbolo de la revolución venezolana: el presidente provisional de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, anunció que sus restos serán embalsamados y colocados en el Museo de la Revolución para que la población pueda verlos “eternamente”.
“Se ha decidido preparar el cuerpo del comandante para que quede el cuerpo abierto y pueda ser observado eternamente (…) Van a ver a Hugo Chávez. Es su comandante, les pertenece a ustedes.
“Hemos decidido embalsamarlo, para que todos lo vean, como Lenin, Ho Chi Minh y Mao Tse Tung” y el pueblo pueda tenerlo por siempre en una urna de cristal, dijo.
El miércoles pasado, el gobierno decretó siete días de luto nacional por la muerte del mandatario, e informó que su cuerpo permanecería en el patio de honor de la Academia Militar para ser visitado por los venezolanos hasta las 11:00 horas del viernes 8, día que se fijó para la realización de una ceremonia oficial en la que participarán jefes de estado y de gobierno de al menos 50 países, 30 de ellos del Caribe y América Latina.
Sin embargo, hasta ahora el presidente encargado no había informado qué pasaría con el cuerpo y hoy sorprendió al pueblo con la noticia de que tendrán a Chávez “eternamente”.
En ese sentido se han fijado los discursos de distintos funcionarios del gobierno venezolano, empezando por Maduro.
El ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, afirmó que tras la muerte de Chávez lo que viene es “más Chávez” y aseguró que dentro de 50 años los jóvenes llevarán camisetas con el rostro del líder bolivariano en señal de rebeldía y de “construcción de los sueños posibles, de un mundo más justo, un mundo más equilibrado.
“Los que apuestan a que con la partida física de Chávez se acaba Chávez, están equivocados diametralmente, lo que viene en el futuro inmediato de Venezuela es más Chávez y eso lo tiene que tener claro nuestro pueblo en primer lugar”, dijo en declaraciones al canal estatal de televisión.
Villegas sostuvo que contra quienes apuestan que en un río saldrán “gananciosos”, el país seguirá firme, “de pie, erguido construyendo el socialismo bolivariano, y lo vamos a hacer no hoy ni mañana si no en los años y décadas por venir”, sostuvo.
Por su parte, el ministro de la Defensa de Venezuela, Diego Molero, ratificó que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) es antiimperialista, socialista y “chavista” y reiteró que los militares están dispuestos a luchar por que se cumplan los preceptos que dejó Hugo Chávez.
“Quiero ratificar nuevamente que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana es revolucionaria, antiimperialista, socialista y chavista”, dijo Molero en la Capilla Ardiente de Academia Militar de Venezuela, en Caracas, donde es velado el mandatario.
Se refirió a Chávez como “padre” y “hermano” y como el hombre que “sembró” una ideología en las Fuerzas Armadas que los militares llevan “en el alma” y por la que están dispuestos “a luchar día a día para que se cumplan esos preceptos” que les dejó el “comandante en jefe”.
Desfile interminable
El segundo día de velación de Chávez transcurrió entre decenas de miles de seguidores que se dieron cita en la Academia Militar para despedir a su presidente.
Tuvieron que hacer fila por más de seis horas, en orden y con respeto para poder acceder a ver el féretro abierto en la mitad superior que dejaba ver, debajo del cristal, el cuerpo de Chávez de la cintura para arriba, ataviado impecable con su traje verde olivo, corbata negra y su emblemática boina roja.
Niños, adultos, ancianos, gente con muletas, de Caracas y de distintas provincias del país, hicieron largas filas para ver por unos cuantos segundos a su líder, sin tocar ni pasar el cordón de seguridad, por supuesto se prohibió el uso de celular para evitar las fotografías.
Criptograma Noticias, con información de Proceso. 

jueves, 7 de marzo de 2013

EU causó muerte de Hugo Chávez, acusa Venezuela


Horas antes de que se conociera el fallecimiento del presidente venezolano Hugo Chávez, el vicepresidente Nicolás Maduro acusó el pasado martes a los enemigos históricos de haberle provocado el cáncer que padecía, ordenó la expulsión de dos agregados militares de la embajada de Estados Unidos en Caracas y denunció que buscaban desestabilizar el país.

Una enfermedad que los atacó y lo atacó; nosotros no tenemos ninguna duda, y llegará el momento indicado en la historia en que se pueda conformar una comisión científica que investigue y pueda determinar que el comandante Chávez fue atacado con esta enfermedad, señaló durante una reunión con el alto mando político y militar venezolano.

Citó a Estados Unidos y la oligarquía local como "los enemigos históricos de nuestra patria (que) buscaron el punto para dañar la salud de nuestro comandante". En comparecencia por televisión transmitida a la nación, agregó que en su momento histórico se sabrá la verdad, "pues ya tenemos bastantes pistas sobre este tema".

Maduro apuntó que existen precedentes históricos de mandatarios que fueron envenenados. Mencionó como ejemplo al líder palestino Yasser Arafat, quien falleció en 2004 tras haber sido supuestamente envenenado con polonio por los servicios secretos israelíes, de acuerdo con diversas denuncias realizadas el año pasado.

El propio Chávez ya había sugerido en 2011, después de que le detectaron la enfermedad, la posibilidad de que sus enemigos hubieran provocado el cáncer que sufría, así como el de otros líderes latinoamericanos que padecieron el mismo mal, como el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y el paraguayo Fernando Lugo. En su momento, Washington rechazó tener cualquier tipo de involucramiento.

Después de que el Pentágono confirmó el retorno a Estados Unidos de los dos agregados militares expulsados –David del Mónaco y Devlin Costal–, el Departamento de Estado sostuvo que la afirmación de que Estados Unidos estaba de alguna manera involucrado en causar la enfermedad de Chávez "es absurda y definitivamente la rechazamos".

En reunión extraordinaria citada a las 11:20 de la mañana del miércoles, a la que asistieron los ministros del gabinete de Chávez, el alto mando militar y los 20 gobernadores oficialistas, Maduro pidió por la vida del comandante presidente, y después anunció la expulsión de los agregados militares estadounidenses David del Mónaco y Devlin Costal.

En un principio, Maduro sólo se refirió a Del Mónaco, agregado aéreo, de quien dijo: Este funcionario se ha dado a la tarea de buscar militares activos en Venezuela para, primero, investigar la situación de las fuerzas armadas y, en segundo lugar, para proponerles proyectos desestabilizadores, y advirtió que tenía 24 horas para recoger sus maletas.

"¡Venezuela se respeta! ¡Nuestras fuerzas armadas se respetan! Hemos emitido una nota verbal al gobierno estadounidense", recalcó Maduro durante la transmisión televisiva.


El vicepresidente señaló que Del Mónaco intentó aprovecharse de la situación de Venezuela por la enfermedad del presidente Hugo Chávez, quien se encontraba convaleciente de una recurrencia cancerígena, para conspirar contra las instituciones, algo que burla y viola los convenios internacionales en materia diplomática.

Momentos después el canciller venezolano Elías Jaua indicó que además de Del Mónaco otro funcionario de la agregaduría aérea de Estados Unidos fue expulsado. Se refería a Devlin Costal, y dijo que ambos realizaban acciones contrarias a sus responsabilidades.

Jaua señaló que la decisión se adoptó tras la información recogida por la inteligencia militar, a la cual varios oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) reportaron los contactos vía telefónica y de manera personal en algunos casos con ambos diplomáticos.

Advirtió que el gobierno venezolano no permitirá la más mínima señal de injerencia de quienes crean que la situación creada por la salud del presidente Hugo Chávez se va a traducir en muestras de debilidad.

Adoptamos estas medidas, además, indicó, por el respeto que se merece la FANB y esos dignos oficiales que por patriotismo salieron de inmediato a testimoniar esas actitudes de provocación e incitación.

El canciller recordó que Chávez autorizó un canal de comunicación con Washington por conducto del embajador de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos, Roy Chaderton. Sin embargo, lamentó, no han cesado las declaraciones injerencistas de diversos funcionarios estadounidenses respecto de Venezuela.

Más tarde, Estados Unidos rechazó completamente la acusación venezolana de que Washington esté involucrado en cualquier tipo de conspiración para desestabilizar al gobierno de Venezuela, en un comunicado emitido por el vocero adjunto del Departamento de Estado, Patrick Ventrell.

La acusación venezolana parecía haber sorprendido al gobierno de Barack Obama, que se tomó su tiempo para responder. Inicialmente el vocero presidencial, Jay Carney, eludió hablar del tema, y a la par del Departamento de Estado se limitaron a comentar las relaciones con Venezuela y enviar las simpatías del gobierno ante la enfermedad de Chávez.

Después, el Departamento de Estado sostuvo que rechazaba alegaciones específicas contra miembros de la embajada. Manifestó que a pesar de las diferencias entre esos gobiernos, "seguimos creyendo que es importante buscar una relación funcional y más productiva con Venezuela, con base en asuntos de interés mutuo". La Casa Blanca dijo que seguían abiertos al diálogo.

Caracas y Washington mantienen relaciones diplomáticas a nivel de agregados luego de que Venezuela rechazó la designación de Larry Palmer como embajador de Estados Unidos, ya que el diplomático criticó al componente militar venezolano en una audiencia en el Congreso estadounidense.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Expresiones homófobas pueden dar lugar a demandas: SCJN


 La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó este miércoles que expresiones homofóbicas como “maricón” y “puñal” son ofensivas y no están protegidas por la libertad de expresión, e incluso pueden dar motivo a demandas por daño moral.

En una votación de tres contra dos, la Primera Sala del máximo tribunal del país resolvió que el discurso consistente en inferir que la homosexualidad no es una opción sexual válida sino una condición de inferioridad, constituyen manifestaciones discriminatorias.

Esto, al resolver el amparo directo en revisión 2806/2012, donde se aprobó por mayoría el proyecto presentado por el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.

La Sala analizó la fuerte influencia del lenguaje en la percepción que las personas tienen de la realidad, pudiendo provocar perjuicios que se arraigan en la sociedad mediante expresiones que predisponen la marginación de ciertos individuos o grupos.

“Las expresiones homófobas, esto es, el discurso consistente en inferir que la homosexualidad no es una opción sexual válida, sino una condición de inferioridad, constituyen manifestaciones discriminatorias, ello a pesar de que se emitan en un sentido burlesco, ya que mediante las mismas se incita, promueve y justifica la intolerancia hacia la homosexualidad”, indicaron los ministros.

“Por lo anterior, las manifestaciones homófobas son una categoría de discursos del odio, los cuales se identifican por provocar o fomentar el rechazo hacia un grupo social. Las expresiones empleadas en el caso concreto, consistentes en las palabras maricones y puñal, fueron ofensivas, pues si bien se trata de expresiones fuertemente arraigadas en el lenguaje de la sociedad mexicana, lo cierto es que las prácticas que realizan la mayoría de los integrantes de la sociedad no pueden convalidar violaciones a derechos fundamentales”.

La Corte indicó que las manifestaciones homófobas son una categoría de discursos del odio, los cuales se identifican por provocar o fomentar el rechazo hacia un grupo social y mediante las expresiones de menosprecio e insulto que contienen y generan sentimientos sociales de hostilidad contra personas o grupos.

El enigma de los dos Chávez


Por Gabriel García Márquez /Cortesía: El País
Gabriel García Márquez escribió en 1999 el mejor retrato que se conoce del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, pocos días después de asumir el poder en el vecino país. 
Carlos Andrés Pérez descendió al atardecer del avión que lo llevó de Davos, Suiza, y se sorprendió de ver en la plataforma al general Fernando Ochoa Antich, su ministro de Defensa. “¿Qué pasa?”, le preguntó intrigado. El ministro lo tranquilizó, con razones tan confiables, que el presidente no fue al Palacio de Miraflores sino a la residencia presidencial de La Casona. Empezaba a dormirse cuando el mismo ministro de Defensa lo despertó por teléfono para informarle de un levantamientio militar en Maracay. Había entrado apenas en Miraflores cuando estallaron las primeras cargas de artillería.
Era el 4 de febrero de 1992. El coronel Hugo Chávez Frías, con su culto sacramental de las fechas históricas, comandaba el asalto desde su puesto de mando improvisado en el Museo Histórico de La Planicie. El Presidente comprendió entonces que su único recurso estaba en el apoyo popular, y se fue a los estudios de Venevisión para hablarle al país. Doce horas después el golpe militar estaba fracasado. Chávez se rindió, con la condición de que también a él le permitieran dirigirse al pueblo por la televisión. El joven coronel criollo, con la boina de paracaidista y su admirable facilidad de palabra, asumió la responsabilidad del movimiento. Pero su alocución fue un triunfo político. Cumplió dos años de cárcel hasta que fue amnistiado por el presidente Rafael Caldera. Sin embargo, muchos partidarios como no pocos enemigos han creído que el discurso de la derrota fue el primero de la campaña electoral que lo llevó a la presidencia de la República menos de nueve años después.
El presidente Hugo Chávez Frías me contaba esta historia en el avión de la Fuerza Aérea Venezolana que nos llevaba de La Habana a Caracas, hace dos semanas, a menos de quince días de su posesión como presidente constitucional de Venezuela por elección popular. Nos habíamos conocido tres días antes en La Habana, durante su reunión con los presidentes Castro y Pastrana, y lo primero que me impresionó fue el poder de su cuerpo de cemento armado. Tenía la cordialidad inmediata, y la gracia criolla de un venezolano puro. Ambos tratamos de vernos otra vez, pero no nos fue posible por culpa de ambos, así que nos fuimos juntos a Caracas para conversar de su vida y milagros en el avión.
Fue una buena experiencia de reportero en reposo. A medida que me contaba su vida iba yo descubriendo una personalidad que no correspondía para nada con la imagen de déspota que teníamos formada a través de los medios. Era otro Chávez. ¿Cuál de los dos era el real?
El argumento duro en su contra durante la campaña había sido su pasado reciente de conspirador y golpista. Pero la historia de Venezuela ha digerido a más de cuatro. Empezando por Rómulo Betancourt, recordado con razón o sin ella como el padre de la democracia venezolana, que derribó a Isaías Medina Angarita, un antiguo militar demócrata que trataba de purgar a su país de los treintiséis años de Juan Vicente Gómez. A su sucesor, el novelista Rómulo Gallegos, lo derribó el general Marcos Pérez Jiménez, que se quedaría casi once años con todo el poder. Éste, a su vez, fue derribado por toda una generación de jóvenes demócratas que inauguró el período más largo de presidentes elegidos.
El golpe de febrero parece ser lo único que le ha salido mal al coronel Hugo Chávez Frías. Sin embargo, él lo ha visto por el lado positivo como un revés providencial. Es su manera de entender la buena suerte, o la inteligencia, o la intuición, o la astucia, o cualquiera cosa que sea el soplo mágico que ha regido sus actos desde que vino al mundo en Sabaneta, estado Barinas, el 28 de julio de 1954, bajo el signo del poder: Leo. Chávez, católico convencido, atribuye sus hados benéficos al escapulario de más de cien años que lleva desde niño, heredado de un bisabuelo materno, el coronel Pedro Pérez Delgado, que es uno de sus héroes tutelares.
Sus padres sobrevivían a duras penas con sueldos de maestros primarios, y él tuvo que ayudarlos desde los nueve años vendiendo dulces y frutas en una carretilla. A veces iba en burro a visitar a su abuela materna en Los Rastrojos, un pueblo vecino que les parecía una ciudad porque tenía una plantita eléctrica con dos horas de luz a prima noche, y una partera que lo recibió a él y a sus cuatro hermanos. Su madre quería que fuera cura, pero sólo llegó a monaguillo y tocaba las campanas con tanta gracia que todo el mundo lo reconocía por su repique. “Ese que toca es Hugo”, decían. Entre los libros de su madre encontró una enciclopedia providencial, cuyo primer capítulo lo sedujo de inmediato: Cómo triunfar en la vida.
Era en realidad un recetario de opciones, y él las intentó casi todas. Como pintor asombrado ante las láminas de Miguel Angel y David, se ganó el primer premio a los doce años en una exposición regional. Como músico se hizo indispensable en cumpleaños y serenatas con su maestría del cuatro y su buena voz. Como beisbolista llegó a ser un catcher de primera. La opción militar no estaba en la lista, ni a él se le habría ocurrido por su cuenta, hasta que le contaron que el mejor modo de llegar a las grandes ligas era ingresar en la academia militar de Barinas. Debió ser otro milagro del escapulario, porque aquel día empezaba el plan Andrés Bello, que permitía a los bachilleres de las escuelas militares ascender hasta el más alto nivel académico.
Estudiaba ciencias políticas, historia y marxismo al leninismo. Se apasionó por el estudio de la vida y la obra de Bolívar, su Leo mayor, cuyas proclamas aprendió de memoria. Pero su primer conflicto consciente con la política real fue la muerte de Allende en septiembre de 1973. Chávez no entendía. ¿Y por qué si los chilenos eligieron a Allende, ahora los militares chilenos van a darle un golpe? Poco después, el capitán de su compañía le asignó la tarea de vigilar a un hijo de José Vicente Rangel, a quien se creía comunista. “Fíjate las vueltas que da la vida”, me dice Chávez con una explosión de risa. “Ahora su papá es mi canciller”. Más irónico aún es que cuando se graduó recibió el sable de manos del presidente que veinte años después trataría de tumbar: Carlos Andrés Pérez.
“Además”, le dije, “usted estuvo a punto de matarlo”. “De ninguna manera”, protestó Chávez. “La idea era instalar una asamblea constituyente y volver a los cuarteles”. Desde el primer momento me había dado cuenta de que era un narrador natural. Un producto íntegro de la cultura popular venezolana, que es creativa y alborazada. Tiene un gran sentido del manejo del tiempo y una memoria con algo de sobrenatural, que le permite recitar de memoria poemas de Neruda o Whitman, y páginas enteras de Rómulo Gallegos.
Desde muy joven, por casualidad, descubrió que su bisabuelo no era un asesino de siete leguas, como decía su madre, sino un guerrero legendario de los tiempos de Juan Vicente Gómez. Fue tal el entusiasmo de Chávez, que decidió escribir un libro para purificar su memoria. Escudriñó archivos históricos y bibliotecas militares, y recorrió la región de pueblo en pueblo con un morral de historiador para reconstruir los itinerarios del bisabuelo por los testimonios de sus sobrevivientes. Desde entonces lo incorporó al altar de sus héroes y empezó a llevar el escapulario protector que había sido suyo.
Uno de aquellos días atravesó la frontera sin darse cuenta por el puente de Arauca, y el capitán colombiano que le registró el morral encontró motivos materiales para acusarlo de espía: llevaba una cámara fotográfica, una grabadora, papeles secretos, fotos de la región, un mapa militar con gráficos y dos pistolas de reglamento. Los documentos de identidad, como corresponde a un espía, podían ser falsos. La discusión se prolongó por varias horas en una oficina donde el único cuadro era un retrato de Bolívar a caballo. “Yo estaba ya casi rendido, –me dijo Chávez–, pues mientras más le explicaba menos me entendía”. Hasta que se le ocurrió la frase salvadora: “Mire mi capitán lo que es la vida: hace apenas un siglo éramos un mismo ejército, y ése que nos está mirando desde el cuadro era el jefe de nosotros dos. ¿Cómo puedo ser un espía?”. El capitán, conmovido, empezó a hablar maravillas de la Gran Colombia, y los dos terminaron esa noche bebiendo cerveza de ambos países en una cantina de Arauca. A la mañana siguiente, con un dolor de cabeza compartido, el capitán le devolvió a Chávez sus enseres de historiador y lo despidió con un abrazo en la mitad del puente internacional.
“De esa época me vino la idea concreta de que algo andaba mal en Venezuela”, dice Chávez. Lo habían designado en Oriente como comandante de un pelotón de trece soldados y un equipo de comunicaciones para liquidar los últimos reductos guerrilleros. Una noche de grandes lluvias le pidió refugio en el campamento un coronel de inteligencia con una patrulla de soldados y unos supuestos guerrilleros acabados de capturar, verdosos y en los puros huesos. Como a las diez de la noche, cuando Chávez empezaba a dormirse, oyó en el cuarto contiguo unos gritos desgarradores. “Era que los soldados estaban golpeando a los presos con bates de béisbol envueltos en trapos para que no les quedaran marcas”, contó Chávez. Indignado, le exigió al coronel que le entregara los presos o se fuera de allí, pues no podía aceptar que torturara a nadie en su comando. “Al día siguiente me amenazaron con un juicio militar por desobediencia, –contó Chávez– pero sólo me mantuvieron por un tiempo en observación”.
Pocos días después tuvo otra experiencia que rebasó las anteriores. Estaba comprando carne para su tropa cuando un helicóptero militar aterrizó en el patio del cuartel con un cargamento de soldados mal heridos en una emboscada guerrillera. Chávez cargó en brazos a un soldado que tenía varios balazos en el cuerpo. “No me deje morir, mi teniente...”, le dijo aterrorizado. Apenas alcanzó a meterlo dentro de un carro. Otros siete murieron. Esa noche, desvelado en la hamaca, Chávez se preguntaba: “¿Para qué estoy yo aquí? Por un lado campesinos vestidos de militares torturaban a campesinos guerrilleros, y por el otro lado campesinos guerrilleros mataban a campesinos vestidos de verde. A estas alturas, cuando la guerra había terminado, ya no tenía sentido disparar un tiro contra nadie”. Y concluyó en el avión que nos llevaba a Caracas: “Ahí caí en mi primer conflicto existencial”.
Al día siguiente despertó convencido de que su destino era fundar un movimiento. Y lo hizo a los veintitrés años, con un nombre evidente: Ejército bolivariano del pueblo de Venezuela. Sus miembros fundadores: cinco soldados y él, con su grado de subteniente. “¿Con qué finalidad?”, le pregunté. Muy sencillo, dijo él: “con la finalidad de prepararnos por si pasa algo”. Un año después, ya como oficial paracaidista en un batallón blindado de Maracay, empezó a conspirar en grande. Pero me aclaró que usaba la palabra conspiración sólo en su sentido figurado de convocar voluntades para una tarea común.
Esa era la situación el 17 de diciembre de 1982 cuando ocurrió un episodio inesperado que Chávez considera decisivo en su vida. Era ya capitán en el segundo regimiento de paracaidistas, y ayudante de oficial de inteligencia. Cuando menos lo esperaba, el comandante del regimiento, Ángel Manrique, lo comisionó para pronunciar un discurso ante mil doscientos hombres entre oficiales y tropa.
A la una de la tarde, reunido ya el batallón en el patio de fútbol, el maestro de ceremonias lo anunció. “¿Y el discurso?”, le preguntó el comandante del regimiento al verlo subir a la tribuna sin papel. “Yo no tengo discurso escrito”, le dijo Chávez. Y empezó a improvisar. Fue un discurso breve, inspirado en Bolívar y Martí, pero con una cosecha personal sobre la situación de presión e injusticia de América Latina transcurridos doscientos años de su independencia. Los oficiales, los suyos y los que no lo eran, lo oyeron impasibles. Entre ellos los capitanes Felipe Acosta Carle y Jesús Urdaneta Hernández, simpatizantes de su movimiento. El comandante de la guarnición, muy disgustado, lo recibió con un reproche para ser oído por todos:
“Chávez, usted parece un político”. “Entendido”, le replicó Chávez.
Felipe Acosta, que medía dos metros y no habían logrado someterlo diez contendores, se paró de frente al comandante, y le dijo: “Usted está equivocado, mi comandante. Chávez no es ningún político. Es un capitán de los de ahora, y cuando ustedes oyen lo que él dijo en su discurso se mean en los pantalones”.
Entonces el coronel Manrique puso firmes a la tropa, y dijo: “Quiero que sepan que lo dicho por el capitán Chávez estaba autorizado por mí. Yo le di la orden de que dijera ese discurso, y todo lo que dijo, aunque no lo trajo escrito, me lo había contado ayer”. Hizo una pausa efectista, y concluyó con una orden terminante: “¡Que eso no salga de aquí!”.
Al final del acto, Chávez se fue a trotar con los capitanes Felipe Acosta y Jesús Urdaneta hacia el Samán del Guere, a diez kilómetros de distancia, y allí repitieron el juramento solemne de Simón Bolívar en el monte Aventino. “Al final, claro, le hice un cambio”, me dijo Chávez. En lugar de “cuando hayamos roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español”, dijeron: “Hasta que no rompamos las cadenas que nos oprimen y oprimen al pueblo por voluntad de los poderosos”.
Desde entonces, todos los oficiales que se incorporaban al movimiento secreto tenían que hacer ese juramento. La última vez fue durante la campaña electoral ante cien mil personas. Durante años hicieron congresos clandestinos cada vez más numerosos, con representantes militares de todo el país. “Durante dos días hacíamos reuniones en lugares escondidos, estudiando la situación del país, haciendo análisis, contactos con grupos civiles, amigos. “En diez años -me dijo Chávez- llegamos a hacer cinco congresos sin ser descubiertos”.
A estas alturas del diálogo, el Presidente rió con malicia, y reveló con una sonrisa de malicia: “Bueno, siempre hemos dicho que los primeros éramos tres. Pero ya podemos decir que en realidad había un cuarto hombre, cuya identidad ocultamos siempre para protegerlo, pues no fue descubierto el 4 de febrero y quedó activo en el Ejército y alcanzó el grado de coronel. Pero estamos en 1999 y ya podemos revelar que ese cuarto hombre está aquí con nosotros en este avión”. Señaló con el índice al cuarto hombre en un sillón apartado, y dijo: “¡El coronel Badull!”.
De acuerdo con la idea que el comandante Chávez tiene de su vida, el acontecimiento culminante fue El Caracazo, la sublevación popular que devastó a Caracas. Solía repetir: “Napoleón dijo que una batalla se decide en un segundo de inspiración del estratega”. A partir de ese pensamiento, Chávez desarrolló tres conceptos: uno, la hora histórica. El otro, el minuto estratégico. Y por fin, el segundo táctico. “Estábamos inquietos porque no queríamos irnos del Ejército”, decía Chávez. “Habíamos formado un movimiento, pero no teníamos claro para qué”. Sin embargo, el drama tremendo fue que lo que iba a ocurrir ocurrió y no estaban preparados. “Es decir –concluyó Chávez– que nos sorprendió el minuto estratégico”.
Se refería, desde luego, a la asonada popular del 27 de febrero de 1989: El Caracazo. Uno de los más sorprendidos fue él mismo. Carlos Andrés Pérez acababa de asumir la presidencia con una votación caudalosa y era inconcebible que en veinte días sucediera algo tan grave. “Yo iba a la universidad a un posgrado, la noche del 27, y entro en el fuerte Tiuna en busca de un amigo que me echara un poco de gasolina para llegar a la casa”, me contó Chávez minutos antes de aterrizar en Caracas. “Entonces veo que están sacando las tropas, y le pregunto a un coronel: ¿Para dónde van todos esos soldados? Porque qué sacaban los de Logística que no están entrenados para el combate, ni menos para el combate en localidades. Eran reclutas asustados por el mismo fusil que llevaban. Así que le pregunto al coronel: ¿Para dónde va ese pocotón de gente? . Y el coronel me dice: A la calle, a la calle. La orden que dieron fue esa: hay que parar la vaina como sea, y aquí vamos. Dios mío, ¿pero qué orden les dieron?. Bueno Chávez, me contesta el coronel: la orden es que hay que parar esta vaina como sea. Y yo le digo: Pero mi coronel, usted se imagina lo que puede pasar. Y él me dice: Bueno, Chávez, es una orden y ya no hay nada qué hacer. Que sea lo que Dios quiera.
Chávez dice que también él iba con mucha fiebre por un ataque de rubéola, y cuando encendió su carro vio un soldadito que venía corriendo con el casco caído, el fusil guindando y la munición desparramada. “Y entonces me paro y lo llamo”, dijo Chávez. “Y él se monta, todo nervioso, sudado, un muchachito de 18 años. Y yo le pregunto: Ajá, ¿y para dónde vas tú corriendo así? No, dijo él, es que me dejó el pelotón, y allí va mi teniente en el camión. Lléveme, mi mayor, lléveme. Y yo alcanzo el camión y le pregunto al que los lleva: ¿Para dónde van? Y él me dice: Yo no sé nada. Quién va a saber, imagínese”. Chávez toma aire y casi grita ahogándose en la angustia de aquella noche terrible: “Tú sabes, a los soldados tú los mandas para la calle, asustados, con un fusil, y quinientos cartuchos, y se los gastan todos. Barrían las calles a bala, barrían los cerros, los barrios populares. ¡Fue un desastre! Así fue: miles, y entre ellos Felipe Acosta”. “Y el instinto me dice que lo mandaron a matar”, dice Chávez. “Fue el minuto que esperábamos para actuar”. Dicho y hecho: desde aquel momento empezó a fraguarse el golpe que fracasó tres años después.
El avión aterrizó en Caracas a las tres de la mañana. Vi por la ventanilla la ciénaga de luces de aquella ciudad inolvidable donde viví tres años cruciales de Venezuela que lo fueron también para mi vida. El presidente se despidió con su abrazo caribe y una invitación implícita: “Nos vemos aquí el 2 de febrero”. Mientras se alejaba entre sus escoltas de militares condecorados y amigos de la primera hora, me estremeció la inspiración de que había viajado y conversado a gusto con dos hombres opuestos. Uno a quien la suerte empedernida le ofrecía la oportunidad de salvar a su país. Y el otro, un ilusionista, que podía pasar a la historia como un déspota más.
* Este texto fue tomado del archivo de ‘El País’ de España.
Gabriel García Márquez* 

Declaración de Cuba sobre muerte de Hugo Chávez

Foto: Granma
Titulado "Declaración del Gobierno Revolucionario Hasta siempre, Comandante", Cuba rinde homenaje a Hugo Chávez. Criptograma Mx reproduce el texto íntegro.

Con hondo y lacerante dolor, nuestro pueblo y el Gobierno Revolucionario han conocido del deceso del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías y se aprestan a rendirle sentido y patriótico homenaje en su entrada en la Historia como Prócer de Nuestra América.


Expresamos sinceras condolencias a sus padres, hermanos, hijas e hijo y a todos sus familiares que ya son nuestros, como Chávez es también hijo de Cuba y de la América Latina y el Caribe, y del mundo.

En este momento de profunda tristeza, compartimos los más entrañables sentimientos de solidaridad con el hermano pueblo venezolano al que acompañaremos en todas las circunstancias.

La Revolución Bolivariana tendrá nuestro resuelto e irrestricto apoyo en estas difíciles jornadas.

A nuestros compañeros de la Dirección Político-Militar bolivariana y del Gobierno venezolano reiteramos nuestro respaldo, aliento y fe en la victoria.

El Presidente Chávez ha protagonizado una extraordinaria batalla a lo largo de su joven y fecunda vida. Lo recordaremos siempre como militar patriota al servicio de Venezuela y de la Patria Grande; como honesto, lúcido, osado y valiente luchador revolucionario; como líder y comandante supremo que reencarnó a Bolívar para hacer lo que él no pudo terminar; fundador de la Alianza Bolivariana Para los Pueblos de Nuestra América y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

Su heroica y denodada lucha contra la muerte es un insuperable ejemplo de firmeza. La admirable entrega de sus médicos y enfermeras ha sido una proeza de humanismo y consagración.

El regreso del Presidente a la Patria venezolana, que tanto quiso, cambió la historia. "Tenemos Patria", exclamó Chávez con emoción el pasado 8 de diciembre, y regresó a ella para afrontar los mayores riesgos que imponía la enfermedad. Nada ni nadie podrá arrebatar al pueblo venezolano la Patria rescatada.

Toda la obra de Chávez aparece invicta ante nosotros. Las conquistas del pueblo revolucionario que lo salvó del golpe de abril del 2002 y lo ha seguido sin vacilación, son ya irreversibles.

El pueblo cubano lo siente como uno de sus más destacados hijos y lo ha admirado, seguido y querido como propio. ¡Chávez es también cubano! Sintió en su carne nuestras dificultades y problemas e hizo cuanto pudo, con extraordinaria generosidad, especialmente en los años más duros del Período Especial. Acompañó a Fidel como un hijo verdadero y su amistad con Raúl fue entrañable.

Brilló en las batallas internacionales frente al imperialismo, siempre en defensa de los pobres, de los trabajadores, de nuestros pueblos. Enardecido, persuasivo, elocuente, ingenioso y emocionante, habló desde las entrañas de los pueblos, cantó nuestras alegrías, y declamó nuestros versos apasionados con perenne optimismo.

Las decenas de miles de cubanos que laboran en Venezuela le rendirán homenaje con el ferviente cumplimiento del deber internacionalista y seguirán acompañando con honor y altruismo la epopeya del pueblo bolivariano.
Cuba guardará eterna lealtad a la memoria y al legado del Comandante Presidente Chávez y persistirá en sus ideales de unidad de las fuerzas revolucionarias y de integración e independencia de Nuestra América.

Su ejemplo nos conducirá en las próximas batallas.

¡Hasta la victoria siempre! 

Criptograma Noticias, con información de Granma. 

martes, 5 de marzo de 2013

Muere Hugo Chávez

Foto: VTV

Este martes, a las 4:25 de la tarde, falleció el presidente de la República de Venezuiela, Hugo Chávez. Así lo informó el vicepresidente ejecutivo, Nicolás Maduro desde el Hospital Militar, Dr. Carlos Arvelo, Caracas.
"Gracias, presidente, desde donde esté y a nuestro pueblo le pedimos canalizar este dolor en paz", precisó Maduro.
Desde el Hospital Militar de Caracas, y acompañado por el Canciller Elías Jaua, Oficiales del Alto Mando Militar y ministros, el Vicepresidente anunció la trágica noticia con voz quebrada.
Pidió al pueblo fortaleza en este momento de dolor y a los factores de oposición a respetar ese dolor.
“Aquellos factores que no apoyaron nunca al comandante Chávez respeten el dolor del pueblo y los llamamos a la paz”, dijo Maduro.
-Que no haya violencia ni odio. Sino amor, paz, unidad y disciplina, resumió, recordando las palabras del presidente antes de viajar a Cuba a la intervención quirúrgica en diciembre. Unidad, batalla y victoria, con la unidad del Pueblo y la FANB, reiteró
-Chávez deja como herencia a una Patria libre e Independiente, sentenció Maduro. “Tenemos que crecernos en este dolor”, exhortó. Pidió disciplina, hermandad y unidad al pueblo revolucionario. Que haya paz, reiteró.
-Comandante Chávez, donde esté usted, gracias, mil veces gracias por todo lo que ha hecho por este pueblo, expresó como mensaje de agradecimiento póstumo. A nombre de los familiares del Presidente expresó al pueblo el dolor que embargaba al equipó de Gobierno.
Pidió al pueblo acompañar hasta su última morada al Presidente, y para ello informó que en las próximas horas se anunciará la programación que se realizará para las exequias al Jefe de Estado.
Anunció que se dará oportuna información sobre el definitivo descanso de los restos mortales del Presidente. -Mucha fortaleza, mucha oración, reiteró.
Pidió llevar a las Plazas Bolívar de todo el país el canto de Alí Primera Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos.
-A todos los pueblos hermanos del mundo, en estas horas de dolor, le damos las gracias eternas por su solidaridad, agradeció.
-Amor y Gloria a Hugo Chávez, que viva el Presidente para siempre, expresaron todos junto al Vicepresidente, despidiendo la transmisión.
Criptograma Noticias, con información de VTV